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martes, 4 de enero de 2011

¿Porqué se recurre a la autolesión?

 

Este puede ser el aspecto de la autolesión (automutilación) que más intriga a la gente que no lo hace. ¿Por qué alguien escoge hacerse daño físico a sí mismo? Debido a que la mayoría de la gente no se puede imaginar a sí mismos haciendo tal cosa bajo ninguna circunstancia, muchos rebajan a la autolesión como una conducta “sin sentido” o “irracional”. Y a primera vista, en efecto, eso es lo que parece.

Generalmente la gente hace cosas por razones que les hace sentido a ellos mismos. Las razones pueden no ser claras o puede que no encajen en nuestro marco de referencia, pero existen, y el reconocer su existencia es crucial para entender la autolesión. El entender las razones detrás de un acto particular de autolesión ayuda a comprender las habilidades que están haciendo falta para manejar situaciones estresantes. Cuando sabes qué habilidades faltan, entonces puedes tratar de empezar a introducirlas.

Hay que tener muy claro que la gente que se autolesiona (automutila) no piensa en función de que si dejan la autolesión estarían actuando de manera “normal”. La gente que se autolesiona no tiene alternativa, ya que sienten que si no lo hacen van a perder control de la situación y posiblemente se tengan que suicidar. La autolesión se convierte en una elección forzada para hacer frente a sus miedos, angustias, tristezas.

Motivaciones psicológicas

Una gran cantidad de artículos proponen las posibles motivaciones que llevan a la conducta de auto-lesión, recopilado de los que se autolesionan dicen que la AL hace por ellos (Miller, 1994; Favazza 1986, 1996; Connors, 1996a, 2000; Solomon & Farrand, 1996; Ousch et al., 1999; Suyemoto, 1998; entre otros):

- Escapar del sentimiento de vacío, de irrealidad, de la depresión

- Acabar con la tensión

- Encontrar alivio: cuando emociones intensas se van acumulando, la gente que se auto-lesiona se sienten atosigados y no saben como hacer frente a la situación. Al causar un dolor, reducen el nivel emocional y fisiológico acumulado a uno que sea manejable.

- Calmar el odio: muchos autolesionadores tienen dentro de ellos enormes cantidades de rabia. Por el miedo a expresarla, se lesionan como método de airear sus emociones.

- Abandonar el adormecimiento emocional: muchos dicen que para sentiralgo, para saber que siguen vivos, requieren sentir algo concreto y real como es el dolor físico de una auto-lesión.

- Estar en la realidad: para manejar los estados de despersonalización y disociación, un dolor físico puede regresarlos a la realidad.

- Elemento de seguridad o sentimiento de valía: la autolesión como herramienta que da seguridad y les da una sensación de valor.

- Lograr un estado de euforia, para lograr manejar la situación en la que se encuentran

- Prevenir el suicidio

- Forma de expresar dolor emocional el cual ya no pueden soportar

- Influenciar la conducta de otros

- Comunicar a otros la gravedad de su desesperación

- Comunicar a otros la necesidad de ayuda

- Expresar o reprimir su sexualidad

- Expresar o manejar sentimientos de enajenación

- Validar su dolor emocional: las heridas sirven como evidencia de que sus sentimientos son reales.

- Continuar con patrones de abuso: en lo general los auto-lesionadores sufrieron abuso (sexual, verbal o físico) en su infancia.

- Castigarse a uno mismo por ser “malo” o “mala”

- Obtener un alivio bioquímico: hay la idea de que los adultos que fueron repetidamente traumatizados cuando niños, les cuesta mucho trabajo lograr regresar a un estado base “normal”, y en cierto sentido, se vuelven adictos a estar en crisis. La autolesión puede perpetuar este tipo de estado de crisis.

- Desviar la atención (tanto interna como externa) de temas que son muy dolorosos para abordar o analizar: el dolor físico substituye al dolor real.

- Ejercer una sensación de control sobre el cuerpo de uno mismo

- Prevenir que algo peor suceda.

En una teoría expuesta por Miller (1994) en la que combina las tres categorías, explica el porqué la mayoría de las personas que se autolesionan (automutilan) son mujeres. Las mujeres socialmente no se les permite expresar la violencia y agresión que tienen de manera abierta, y cuando se confrontan con su propia rabia tienden a expresarla hacia adentro.

Miller dice que “los hombres actúan hacia fuera, las mujeres actúan hacia fuera actuando hacia dentro”. Otra razón por lo que hay más mujeres que hombres que se auto-lesionan, es que los hombres socialmente están acostumbrados a reprimir sus emociones. En vista que la autolesión resulta en parte de una invalidación crónica, de decirte que lo que se sientes está mal o equivocado o inapropiado (Linehan, 1993ª), se podría así explicar la disparidad de género entre los que se auto-lesionan: los hombres en general fueron educados a contener sus emociones para sí mismos.

Alexitimia


Alexitimia es un constructo psicológico bastante reciente que describe el estado de no ser capaz de describir las emociones que uno está sintiendo. La alexitimia fue relacionada con conductas de auto-lesión en un estudio de Zoltnick, et al (1996). Este estado es congruente con el estado emocional de la gente que se hace daño antes de causar la herida: con frecuencia no pueden especificar ningún sentimiento que estaban experimentando.

Esto es muy importante para comprender la función comunicativa que tiene la autolesión (automutilación) : “En lugar de usar palabras para expresar los sentimientos, una comunicación alextímica es un acto dirigido a lograr que los demás sientan esos mismos sentimientos” (ídem)

Desarrollo de capacidades e invalidación

Una de las teorías constructivistas de la conducta de autolesión (Deiter, Nicholls, & Pearlman, 2000), sostiene que en general la gente que se auto-lesiona no desarrollaron tres capacidades importantes:

- la habilidad de tolerar emociones fuertes

- la habilidad de mantener un sentido de auto-valoración

- la habilidad de mantener la sensación de conexión con otros

La primera se refiere directamente al papel que tiene la autolesión en lograr regular las emociones; las otras están más relacionadas con la función comunicativa de AL.

Pearlman et al (2000) hacen notar que cuando los “niños se les avergüenza o les aplican el castigo retórico, o bien respuestas violentas y físicas en lugar de palabras sensibles” no logran internalizar que los demás son cariñosos y por lo tanto no logran desarrollar la capacidad de mantener cierto sentido de conexión con otros.

La habilidad para percibir, tolerar e integrar emociones fuerte no se puede desarrollar del todo cuando los sentimientos intensos que uno tiene son recibidos con castigo, incredulidad o burla. Tener la sensación que algunos sentimientos no son aceptables ni permitidos también imposibilita desarrollar esta habilidad.

Además, la habilidad de mantener un sentido de uno mismo como persona que vale, no se puede desarrollar cuando el niño o niña sienten que nunca son lo suficientemente buenos, cuando su existencia y logros son recibidos con silencio o con palabras o acciones déspotas.

Todas estas condiciones se encuentran en ambientes que propician la invalidación de la persona, lo cual ha sido relacionado con el uso de la auto-lesión en l futuro.

Para terminar, Haines y Williams (1997) encontraron que la gente que se hace daño reporta que para manejar situaciones estresantes utilizan más la estrategia de evasión, y perciben tener menos control sobre las opciones para enfrentar el problema. Este sentimiento de impotencia puede después convertirse en invalidación crónica que muchos auto-lesionadores experimentan.



Aspectos fisiológicos: lo que investigadores han encontrado

La gente que se hace daño tiende a ser disfóricos, es decir, experimentan un estado depresivo con un alto grado de irritabilidad y sensibilidad al rechazo todo con cierta base de tensión; este cuadro lo presentan incluso cuando no están activamente haciéndose daño.

El patrón que encontró Herpertz (1995) indica que hay algo, normalmente un estresor interpersonal, que incrementa el nivel de disforia y tensión a un nivel insoportable. Los sentimientos dolorosos se vuelven angustiosos, como si las emociones usuales y incómodas usuales que subyacen en su vida escalan a un máximo punto crítico. El hacerse daño tiene la función de lograr un alivio transitorio de estas emociones (niveles elevados de irritabilidad y sensibilidad al rechazo). Esta conclusión es apoyada por el trabajo de Haines y sus colegas.

Haines et al (1995) realizaron un estudio con dos grupos de sujetos, uno de autolesionadores y otro de no-autolesionadores. A ambos grupos se le llevó a través de fantasías guiadas. Cada sujeto experimentó los mismos cuatro escenarios en orden aleatorio: una escena en donde se tenían que imaginar agresión, una escena neutra, una escena con una lesión provocada por un accidente, y una escena donde la auto-lesión era imaginada.

El guión de las escenas tenía cuatro etapas: presentación del escenario, acercamiento al suceso, el incidente, y la consecuencia. Durante las fantasías guiadas, la reacción fisiológica y la subjetiva fueron medidos.

Los resultados fueron sorprendentes. No hubieron diferencias en las reacciones de los sujetos en los primeros tres escenarios (agresión, neutro y accidente). En el escenario de auto-lesión, el grupo control (de sujetos no-autolesionadores) su reacción al estímulo subió a niveles muy altos y se mantuvo ahí durante toda la fantasía, a pesar de las instrucciones de relajación que se presentaban en la etapa de “consecuencias”. En contraste, los autolesionadores experimentaban un incremento en su reacción en las etapas de escenario y acercamiento, hasta que se llegaba a la decisión de la auto-lesión. En ese momento su tensión disminuía, incluso más abajo que durante la etapa del incidente, y permanecía con niveles bajos.

Estos resultados proporcionan fuerte evidencia de que la autolesión provee un alivio rápido y efectivo de tensión fisiológica. Haines at al explican que muy a menudo los auto-lesionadores no son capaces de dar explicaciones del porqué se hacen daño. Los participantes reportaron que seguían teniendo sentimientos negativos aún cuando la reacción psico-fisiológica se hubiera reducido. Este resultado sugiere entonces que es la alteración de la reacción psico-fisiológica es la que opera para reforzar y mantener la conducta, no la respuesta psicológica.

En otras palabras, la autolesión puede ser preferido como un método para manejar los estados emocionales alterados debido a que tranquiliza al cuerpo de manera rápida y dramática, incluso cuando la gente que se autolesiona pueda tener sentimientos muy negativos después del episodio. Se sienten mal, pero la tremenda presión y tensión psico-fisiológica desaparece. Herpertz et al (1995) lo explican de la siguiente forma:

Como resumen, podemos decir que los autolesionadores normalmente desaprueban de sentimientos e impulsos de agresivos. Si no logran suprimirlos, nuestros hallazgos indican que los dirigen hacia ellos mismos. Esto es congruente con lo que dicen los pacientes, en que consideran la auto-lesión como un acto que les ayuda a aliviar una tensión intolerable debido a un estresor interpersonal (p.70)

En un estudio de caso reciente (Sachsse et al, 2002), apoyan la idea de que los actos de autolesión reducen estrés fisiológico y por ende el emocional. En un grupo de mujeres que se auto-lesionan, midieron el nivel de cortisol por la noches. La secreción de cortisol se aumenta bajo estrés, por lo cual lo hace un excelente medidor de niveles de estrés. El estudio consistió en comparar los niveles de cortisol en los días que se auto-lesionaba y en los días que no lo hacían. El análisis de los resultados demostraron que en los días en que las mujeres se hacían daño, los niveles de cortisol fueron significativamente más bajos que en los demás días.

Otra teoría a cerca de la reducción de estrés, es la expuesta por Herman (1992). La mayoría de los niños que sufren abuso, descubren que una conmoción o sacudida a su cuerpo, como la producida por una autolesión, puede hacer que emociones intolerables se vayan aunque sea temporalmente. Esto puede explicar el porqué la autolesión se convierte en un mecanismo de sobrevivencia tan arraigado.

Química cerebral y la serotonina

La química cerebral tiene un papel importante en determinar quién se hace daño y quién no. Simeon et al (1992) encontró que la gente que se auto-lesiona tienden a estar extremadamente enojados, impulsivos, ansiosos y agresivos, y presenta evidencia que algunos de estos rasgos pueden estar ligados a falta de serotonina en el sistema cerebral.

Favazza (1993) refiriéndose a este estudio y al trabajo de Coccaro en irritabilidad, propone que a lo mejor gente irritable con niveles de función serotonina normales, logran expresar su irritabilidad hacia fuera, gritando o aventando cosas; gente que tiene una función baja de serotonina voltean su irritabilidad hacia adentro al hacerse daño o con actos suicidas.

Zweig-Frank et al (1994) también sugieren que el grado de la auto-lesión está relacionado con la disfunción de la serotonina. Recientemente, Steiger et al (2000), en un estudio con bulímicos, encontró que la función de la serotonina en mujeres bulímicas era significativamente más baja que en bulímicas que se auto-lesiona.
 
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